Y la idiocia se hizo carne…

 

Debaten, o así lo llaman, cuatro mujeres que se disputan el éxito de sus partidos en las urnas y el suyo propio. Son Mª Jesús, Cayetana, Inés e Irene. Mª Jesús es licenciada en Medicina, morena y trianera, su seseo y su labia lo van pregonando, así como su morenez retocada y retocados sus escarceos de juventud con el marxismo, el cristianismo y el hippismo, bien revueltito todo. Ni se oye cuando habla de corrido o se balancea entre el atropello y el fácil deslizarse. Cayetana, a pesar del marquesado, la triple nacionalidad, el rubio natural, la anorexia, la altanería y lo que sabe sobre el obispo Juan de Palafox, virrey de Nueva España, también sesea, y sesea con seseo que tiene que ser argentino pero que parece andaluz. Da un susto de muerte cuando, sin sospechar nada nosotros, dise que dise que Barselona es bona si se le aplica el siento sincuenta y sinco para siempre jamás. Inés, aunque gaditana, no sesea, quizá porque su padre fue policía y su marido, independentista. A cambio, es clara poligonera de alma y macarra de expresión. «Soy mucho más moderada que tú desde que nací, chaval» (mordiendo ese chaval dirigido a Rufián y elevando largo el ápice de la lengüecita) Y, finalmente, Irene. Irene es normal.

Normal significa para mí lo que probablemente para muy pocos. Mi hijo, que sabe de mi gusto por recorrer de arriba abajo, o a la inversa, a veces en el mismo plano secuencia, toda la escala de los registros de la lengua, tendría sobre cinco años cuando le llamé la atención por haber proferido un taco propio de un estibador de los muelles (sobre los estibadores de los muelles me informó mi padre y no Eric Hoffer, autor de «El verdadero creyente», al tiempo que estibador él mismo). -Pero, mamá, si tú también lo dices… -Es verdad, mi amor, pero solo cuando estoy con gente normal.

Así que, un día en que me detuve a saludar a una comedida anciana que se dirigía a oír misa en la iglesia del barrio, harto de esperar la despedida que no terminaba de llegar, me estuvo tirando del vaquero hasta que logró que lo atendiera de muy mala gana: -Mamá, di, esta señora, ¿es normal? (¡atrévete a repetirlo, mocoso!). -¿Cómo normal?, preguntó la dama relamida y medio ausente. -Este niño me está matando, Teresa, a saber qué pregunta realmente… Me despedí, pero a no más de media docena de pasos me paré en seco, me agaché para mirar sus ojos interrogantes y clarísimos y le dije: -PERO, ¿NO VES QUE NO LO ES, JODER, PAUET? Pues eso, Irene no es Mª Jesús Montero, ni Cayetana Alvárez de Toledo, ni Inés Arrimadas o Isabel Díaz Ayuso, ni tantas y tantas otras y otros, ni siquiera como los jefes de todos y cada uno de ellos. Irene Montero es sencillamente normal.

Y ya que la acabamos de mentar, a Isabel Díaz Ayuso, vayamos con una manifestación política importante. Ella asistía a un desayuno informativo, o sencillamente pasaba por allí, cuando denunció la atrocidad ante las cámaras, tras meses sentenciando que Madrid Central iba a provocar atascos. «Si sigue Podemos en el Ayuntamiento de Madrid no va a haber atascos más que por el día». «Los atascos a las tres de la mañana un sábado en la capital les hacían ver a los madrileños que su ciudad era especial». «Madrid es una de las ciudades con más vida nocturna del mundo; eso incluye atascos a altas horas. ¿Me gustan? Evidentemente no. Pero forman parte de esta ciudad».  ¿Entienden? Está clarísimo, si sigue Manuela Carmena en el ayuntamiento, los madrileños no volverán a vivir la fiebre de los atascos-sábado-noche.

¿Dónde vamos a parar? Quizá, me digo para mis entresijos, ni los parados seguirán parados, tal vez incluso los más desvalidos dejen de soportar el hambre, el frío, los desahucios, la falta de fármacos cada vez que los necesiten. ¿Se dan cuenta del horror que anda por llegar? Madrid dejará de ser Madrid, quizá Barcelona, Barcelona, España, España y los necesitados, necesitados, caso de que UP llegue a gobernar en coalición con el PSOE, ¡meigas fora! ¿Habéis tomado nota, humoristas de pacotilla, del lugar en que os ha dejado ese pedazo de criatura?

Y hay más cosas tremendas, es un no acabar interminable. Como la de mostrar a los telespectadores Casado y Rivera y aun intercambiar este con Sánchez -en pleno y solemne debate servido como boda o funeral regio- fotografías enmarcadas, gráficos, panfletos o libros de a saber qué autor, siguiendo la costumbre prácticamente inaugurada por el castizo experto en cloacas y varios otros Eduardo Inda.

¿Imaginan qué más podría llegar a pasarnos, ultraderechita cobarde, con un gobierno de coalición PSOE-Podemos? Mínimamente, ¿acaso no se vería la prensa obligada a informarnos día a día sobre el juicio a los presos políticos del que saldrá sentencia cantada, ese juicio que hoy aparece discretamente velado, cuando no elegantamente ocultado, por todo medio de comunicación? Es más, ¿y si a esos mismos medios, a los partidos políticos, a los jueces, a Europa incluso, les diera por tomarse en serio, investigar, imputar, sentenciar a todos y cada uno de los involucrados en las cloacas del Estado, o en ese candado  que le ha puesto WhatsApp a Podemos en plena campaña electoral? Para echar a correr de puro miedo frente a la posibilidad del tambaleo y derrumbe de esta espléndida democracia que nos regalaron, inobjetable producto de la modélica transacción iniciada por nuestros más loados prohombres y que a día de hoy andamos justo a puntito de redondear.

Por todo ello y más, a ver esas jergas, actitudes y conductas de botellón tan propias del sueño húmedo del nacionalismo español, ultraderechita cobarde, porque si alcanza a gobernar este país por primera vez la izquierda nos van a obligar a repetir la carrera que cursamos en universidades católicas o públicas ad hoc, el bachillerato, la ESO y la Primaria, y aunque no fuera más que por que llegáramos a entender algún día sus abstrusos comunicados y discursos políticos comunistas, independentistas y proetarras. Para echar a correr de puro asco y de miedo, insisto de nuevo y cuantas veces haga falta insistir. ¡A ver si pasa pronto el domingo, Señor! Y que no se haga tu voluntad, sino la que nos conviene a todos… ¿Lo has pillado por fin o quieres que te lo repita?

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12 comentarios en “Y la idiocia se hizo carne…

      1. Ha tiempo, no mucho, dije a alguien…a lo mejor, a lo mejor, en otro nicho de libertad, aún sin querer “sabernos”… nos reconozcamos.
        Sobre el particular asunto de, «Y la idiocia se hizo carne», con los deliciosos interrogantes de Pauet, y esos, sus grandiosos ojos escrutantes que describes, ávidos de descubrir, de saber, aprehendiendo entornos nuevos, para futuros posibles, mejores, incluso preñados de utopía, efectivamente, sin lugar a dudas… Irene Montero es sencillamente normal.
        A lo dicho… un placer leerte Luisa. Salud.
        PD. Sigo leyendo.

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      2. ¡Maldita sea! Durante, diría, horas, me mantuve firme sin aprobar para responder el primer comentario, porque me había brincado el corazón al leer José Luis. ¿Estás boba, mujer? ¿Cómo vas a darle a entender no sé qué de no sé cuándo, si de José Luis andan las patrias llenas? Pero, ¿sabes?, un día escribiste «candeal», y yo me dije «apúntate esa, mujer, esa hermosa persona sabe dónde encontrarte si quiere». ¡Y ha ocurrido! ¡Qué bonita es a veces la vida, compañero del alma, compañero!

        El blog. Bueno, siempre lo explico: lo abrí al jubilarme y con dos finalidades, mantenerme cerca de algunos de mis exalumnos -me consta que me leen- y liberarme de la pesada carga de tantas cosas que me disgustan -eufemismo-. Así que deja de leer, no está escrito para gente como vos, de vuelta de casi todo, o mejor, de todo. En todo caso, lee algo alegre y divertido da terra meiga: por ejemplo: «El cuento de nunca acabar» https://lenguacandeal.wordpress.com/2013/04/08/el-cuento-de-nunca-acabar o «Marcial de la Isla y su amigo Feijóo», para que conozcas mejor a mi gente, esa gente para la que siempre es de noche, razón de que sean tan dados al humor.

        ¿Qué más? Ah, sí, recuerda: Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero 🙂 Solo cambiar, no el nombre, no, que sé que ni de coña lo harías, pongamos quizá el apellido para que esta máquina infernal no apruebe sin que yo le dé permiso, cosa que hace con cuanto escriben los que fueron bienvenidos a casa por primera vez.

        Un abrazo fuerte, fuerte, mi amigo.

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      3. Despejadas las dudas querida amiga. Una gran alegría confirmada. Te había leído algo antes, primero en el Centro Virtual Cervantes, en tus análisis, de ahí a «lengua candeal» medio paso, paso que ya hube andado. Me dije, ¿Luisa Seoane Rey?, ¿esa impronta percibida?, no hay lugar a dudas, ¡es!.
        Seguiré tus sabios consejos de lectura. Uno nunca está de vuelta de todo, dada la complejidad de esta vida, de la vida, sería soberbio y pretencioso pretenderlo… amén de arriesgado e inconsciente. Nacido cabe el Guadalquivir, “te informé” hace años de mi autodidactismo, al hilo de la “Pedra de Abalar” de Muxía, como ejemplo, de lo que puede, y debe, reconstruirse, aún, cuando una fuerza de la naturaleza como la mar, fuera la que la rompió.
        Ese ser autodidacta, tiene la desventaja, así lo entiendo, de una falta de continuidad, de una falta de cierto rigor académico, es disperso, zigzagueante como meandro de río, que, en su duda existencial, presiente la desembocadura, tan incierta como ineludible. Tiene la ventaja, que nunca se siente en plenitud, y, por ende, siempre anda uno buscando cómo rellenar esos huecos desconocidos del conocimiento.
        Alguien me preguntó en su día, el porqué de tantas preguntas como me hacía, y me hago. Sólo pude responder que surgió una primera, y una vez abierta esa grieta, esa espita, lo demás fue imparable… lo sigue siendo.
        Te remito un pequeño poema que dediqué hace poco a mi compañera Tess, en este encierro. Espero sepas disculpar las faltas que lleva parejas.
        —-
        Ando buscando.

        Ando buscando compañera
        En el tiempo los tus ecos
        Tus sonrisas y tus besos
        En tus ojos los misterios…
        Ando buscando.

        Ando buscando compañero
        En el tiempo tus recuerdos
        Ando buscando claveles
        Rojos sobre tu pecho…
        Ando buscando.

        Ando buscando hermano
        Aquellas ideas que fueron
        Acicates para avanzar
        Contra la miseria y el tiempo…
        Ando buscando.

        Ando buscando joven
        En tu juventud mi tiempo
        Tiempo que ya antes fue
        Tiempo que ya no tengo…
        Ando buscando.

        Ando buscando en el aire
        Una ventana al viento
        Bocanada que me haga volar
        Vientos de un soñar nuevo…
        Ando buscando.

        Ando buscando, sueño
        Caminos de libertad
        Eco de otros encierros
        Libre de rejas y muros…
        Ando buscando.

        Ando buscando amiga
        Aquellos puños de acero
        Aquellos que nos unían
        contra el tirano muerto…
        Ando buscando.

        Ando buscando banderas
        Que enarbolen sentimientos
        Juntos, han de venir, sí,
        Unos tiempos nuevos…
        Ando buscando.

        Ando buscando tiempo
        Desde este encierro
        Paréntesis que siega vidas
        Tiempo que se ha perdido…
        Ando buscando.

        Sigo buscando en el aire,
        En tu melena al viento
        En el clavel rojo
        En las banderas sin dueño
        En tus ojos de misterio
        En tu pecho dormido
        En el volar del pájaro
        En el canoro trino
        En los ecos de tus manos
        En la ventana del tiempo
        Un destino sin destierro
        En nuestros puños cerrados
        Entre caminos y sueños…
        ¡Ando buscando!

        Un fortísimo abrazo compañera, y cuídate… mucho, mucho, mucho.
        PD. Sigo leyendo a Elisa Beni, a Pérez Royo, a Rosa María Artal, y por supuesto a Manel y Vergara. De este último, te dejo el enlace a su viñeta de hace dos días, me entristeció observar cómo un detalle, para mí el realmente genial de esa viñeta de Bernardo, más allá de la “furia de la roja” central, pasó inadvertido para nuestros queridos comentaristas, como es, que lo que realmente sacia, la sed de infamia de la derecha, son nuestras lágrimas por los fallecidos. Observa la copa de Abascal, recogiendo la lágrima bajo el ojo de la abuela, que rota, contempla las esquelas… contrapunto, la tristeza y entereza del pueblo en su dolor… puro sentimiento y rabia contenida.
        https://www.eldiario.es/opinion/celebracion_10_1030746917.html

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      4. A Pedra de Abalar de Muxía me intrigó no sabes cuánto, no recordaba nada; al punto de que le confié a Google ese sintagma, «Pedra de Abalar + apodo de esta mujer en los predios de un estúpido periodista, Y, ¡oh, maravilla!, surgió todo un foro donde José Luis, tan calladito de ordinario, hacía amplia demostración de su saber con argumentaciones impecables. Lo gocé tanto… Te dirigías a mí, que encima había comentado en gallego, y no por descortesía, palabra, por puritita reivindicación lingüística -pero esa es cuestión que ahora no viene a cuento- y a muchos otros. No podía evitar una sonrisa metida de lleno en aquel ágora de entonces…

        Y veo que tienes una capacidad enorme para pillar «la impronta» de la escritura de los demás, aparte una dotes detectivescas nada despreciables 🙂 ¡hasta el CVC llegaste! Tiempos en los que esta mujer era feliz respondiendo a cuantos planteaban dudas. Fue un placer hacerlo cada día, durante años y «de gratis» total, ya lo imaginas, hasta que estas áridas tierras me dieron otro empujoncito. Decía la autoridad competente del ramo:

        –Como bien sabes, este foro está exclusivamente dedicado a plantear consultas y debates sobre uso y norma de la lengua española, así como las dificultades de su traducción. Un mensaje como el que envías podría provocar un debate más político que lingüístico y, por tanto, alejado de los objetivos de este foro; así pues, sentimos comunicarte que no lo vamos a publicar.

        ¿A que son graciosos? Listos, no. Porque la enseñanza de la lengua no es solo morfología o sintaxis, también semántica, análisis de texto o confusiones lectoras, y si alguien interpreta mal un párrafo con asunto venezolano, pongamos, hay que realizar las aclaraciones pertinentes. Es como si hoy, en ese mismo foro, un colombiano se dijera confundido por la lectura de un texto español que informaba de la denuncia a Simón, siendo que el coronavirus, como todos sabemos, incluido él, «fue creado en un laboratorio chino como arma biológica para expandir el comunismo por el mundo». ¡Aaaaay!

        Pero les respondí, ¡vaya si lo hice! Ve, si no, la respuesta en el amable diálogo mantenido por correo:

        –Fue hermoso mientras duró, querida Fulanita, no el trabajo, que no hubo, el inmenso placer de informar y de reflexionar sobre cualquier vertiente de la lengua, el instrumento, y su objeto, la comunicación sobre, entre tanto que hay -«los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa», de Mairena-, en las naciones, en los pueblos, en el mundo. Suerte con la tarea. Yo me apeo en esta estación, gesto que vengo repitiendo desde mis veinte años en situaciones idénticas, muy costoso que resultó en ocasiones -andaba  por medio el pan-, pero lo mínimo que debía y debo seguir haciendo para vivir con dignidad y cierta libertad en estas duras y romas patrias. Comprenderás que si viví de esa manera, y muy bien, una vida, no es cosa de arrojar la toalla a mi edad.

        ¡Es tan dulce y satisfactorio llamar imbécil al imbécil, José Luis!

        En cuanto a la poesía y su lector, el poeta y el acto de creación, es todo un misterio. Nunca llegué a entender por qué, en clases de treinta o más alumnos de bachillerato, solo uno entendía correctamente un poema, o solo uno la amaba, y aunque fuera un zote en el resto de asignaturas. Somos tres hermanos, los mismos padres, la misma educación y ambientes, y solo yo no pude vivir sin ella desde quizá poco después de los dientes de leche. Y mira que le he dado vueltas al asunto, conmigo misma y con cuantos se prestaron a ello, incluido algún poeta de verdad -los otros no son poetas, versifican, y aunque carguen con mil premios-, pero no encontré razón o explicación para esa «rareza» que es el poeta, la poesía o la excepción de quien la ama desde el primer verso que le pusieron delante. Por eso, gracias por el logro del poema. Eso sí, por favor, cualquier día en que andes ocioso y con ganas de jugar, me dices si he confundido su lectura, porque me faltan comas en casi todos los vocativos. O fue despiste tuyo o no he sabido leer. Ando buscando, compañera… compañero, amigo, joven, sueño (pero esta de «suelo» sí la pones), amiga… No en «banderas», obviamente, de ello informa el verso siguiente. Ando buscando banderas/ Que enarbolen sentimientos. ¿Ves cómo tengo la mala costumbre de llegar a ponerle pegas a un hermoso regalo? ¿Por qué se te la olvidado ponerle un lindo lacito, queridiño? 🙂 Así nos parieron a muchos y aun juraría que a ti incluido. I què farem…!

        Y cuídate tú también, mucho, mucho, mucho, compañero de foros, pero de mucho más.

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      5. Amiga Luisa, leíste perfectamente, fue más que despiste, he de reconocer carencias. Quizá la urgencia, que me impide pararme cuando es preciso, -autoengaño- 😊
        Eso sí… me temía un epigrama, tal que el de un ilustre riojano, Manuel Bretón de los Herreros…
        “A un recién poeta de pocas esperanzas
        Voy a hablarte ingenuamente. Tu soneto, don Gonzalo,
        Si es el primero, es muy malo; Si es el último, excelente.”
        No fue tal. Así pues, más relajado, contemplo, que la “analítica” lo ha sido desde el cariño. ¡Gracias! por la más que correcta, y justificada correción.
        En todo caso, y cara al futuro, si lo consideras, o precisas, sabes que tienes mi dirección de correo… para conectar digo, ¡no para regañarme!, claro.
        No descarto del todo volver a eldiario.es en la nueva etapa, he de ver antes cómo discurre el ya «nuevo foro», desde luego, lo haría con parecida voluntad, mas, diferente perspectiva, y nombre ad hoc, digamos “semiclandestino”, vigilaremos pues improntas, para, ¡reconocernos sin querer sabernos!, incluso negándonos si fuese necesario, aunque entiendo, que, en la obligación de poner nombre y apellidos al comentario, (tal como dije en su momento, en tanto uno se niegue a hacerlo, es suficiente motivo para el no, los derechos no se votan, ¡se ejercen! y se lucha por ellos; así que con este más Natxo, y menos Escolar, ¡adiós a Fernando Pessoa y sus heterónimos, “Alberto Caeiro, Alexander Search, Álvaro de Campos, Bernardo Soares y Ricardo Reis”, a Azorín – José Martínez Ruiz, J. K. Rowling y Robert Galbraith, Currer, Ellis and Acton – Las hermanas Brontë, Clarín – Leopoldo García-Alas y Ureña, George Orwell – Eric Arthur Blair, Moliere – Jean Baptiste Poquelin, Pablo Neruda – Neftalí Ricardo Reyes, Virginia Woolf – Adeline Virginia Stephen, Isaac Asimov – Paul French, Agatha Christie – Agatha Marie Clarisa Miller, ¡Quino! – Joaquín Salvador Lavado, Rubén Darío – Félix Rubén García Sarmiento!… me dice Mafalda, ¡estoy exhausta! … ), en el cambio votado, en su voluntad, subyace realmente el anuncio de una metamorfosis de la línea editorial, cambio que veremos introducirse subrepticiamente, como “sin queriendo”… al “resbal”, que dice mi amiga y compañera zamorana.
        Seguiremos en contacto, por este u otro medio que lo posibilite.
        Salud, un fuerte abrazo y cuídate mucho compañera.
        PD. Espero no seas demasiado rigurosa… dijo un alumno a su “andereño”, tras finalizar el relato. 😊

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      6. Buen trabajo de redacción fin de curso -dijo la andereño a uno de sus pequeñuelos, el más observador, obstinado y rebelde-, tanto por la parte de la información, vasta, ¡hay que ver lo que sabe esa Mafalda!, como por la de la expresión, desenvuelta y rica en léxico y aun con muestra de expresión zamorana y substantivo vascuence (¡por qué esta maestra le habrá hecho a usted vasco, siendo que es sevillano!) Y acertada redondilla la de Bretón de los Herreros -dedicada a un versificador, júrelo-, que por cierto desconocía por completo esta humilde maestrita. Pero, ¿sabe qué es lo que realmente me conmovió, Gálvez? Ese su «para reconocernos sin querer sabernos, incluso negándonos si fuese necesario». ¡Eso es poesía, y se quiera o no!

        Por todo lo cual, se expide diploma final de curso virtual* con la calificación de EXCEL.LENT AMB MATRÍCULA D’HONOR a don José Luis Gálvez.

        P.S. Había creído que tu dirección de correo era de las de vaya usted a saber… porque ya me la había curioseado y me pareció tan rara como tú. Ojo, señor susceptible > raro, rara: poco frecuente o común, extraordinario (jooo… todo hay que explicárselo a estos parvulitos). Pero sí, sí a todo el correo, incluido el «seguiremos en contacto, por este u otro medio que lo posibilite». Dejaré mi dirección en tu correo en cualquier momento, pero seguramente a partir de la marcha de un huésped quinceañero, alemán y revoltoso en cuanto termine el curso en España, un decir, y se vaya a casa de su padre para siempre jamás. O livro do Desassossego de Pessoa non é nada cotexado coa miña vida xunto del 🙂

        Cuida a Tess y cuídate. Moitos bicos e aperta.

        *https://aprendemosjuntos.elpais.com/especial/solo-los-buenos-profesores-pueden-cambiar-la-vida-de-un-estudiante-nuccio-ordine/?ssm=FB_CM

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    1. ¿Rosa de Miguel? Una de dos, o el calor me ha derretido los sesos como a Nuestro Señor Don Quijote o Escolar nos ha regresado nombre propio y apellido, porque en este momento, y ya me perdonas, soy incapaz de reconocerte. Aunque diría que no, porque, aunque afirmaron haberme dado de baja, o mejor, que no me pasarían recibo del próximo vencimiento, aún me dejan comentar con mi apodo de siempre, lo que suelo hacer cuando mi grafomanía o mi ira me empujan a dejar unas líneas en un foro u otro. Pero, ¿qué está pasando aquí, si nos saludas a ambos, a jluis y a mí, es decir, vienes de los mismos predios que nosotros? Señor, Señor, ¿a que aparecen un cuarto y un quinto, montamos un diario y le hacemos la competencia al pobre Nacho? 🙂 Sé buena, Rosa, danos alguna pista más, si te es posible.

      ¡Ah!, y me gusta que te guste esta pequeñez, pero ya ves que está parada, no por «el bicho», no, por los monstruosos bichos que me hacen leer más prensa y redes de lo recomendable para una buena salud. Bienvenida, quienquiera que seas, peregrina.

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      1. Que torpe soy , ya me vale , poner mi nombre y no mi sobrenombre .
        Me he prodigado poco en los diario y menos que lo hago ahora , me da para leer y poco más .
        Soy Teauros , de poco te sonará .
        Tuve un enamoramiento al principio del confinamiento con los «Comentarios de las Viñeta»
        y me fui aficionando a vosotros dos , a Pepinus , DONGINDO , FRAN , Foncueva , Franvil
        Nirvak y alguno más que ahora no me viene el nombre . Al poco me di cuenta que los
        comentarios eran más acertados y afilados que muchos de los artículos firmados . Pasan
        los días y cada vez me gusta un poco menos el Diario.es .
        Seguiré visitando Lenguacandeal y leyéndoos .
        Gracias por tu respuesta tan simpática , me encanta .
        Un abrazo desde la Castilla profunda y facha donde vivo .
        Un saludo Jluis .

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      2. Ahora sí, esto ya es otra cosa 🙂 Y veo que te ha venido a ocurrir lo que a casi todos, que la mayoría de las veces nos gustaban más los comentarios de los colegas que el propio diario, que, en términos generales, no alcanza a llenar el afán de información imparcial, como tampoco la línea editorial, siendo bastante mejor que la mayoría de lo que se lee por ahí, llega a satisfacer plenamente.

        Ya nos veremos en algún otro lugar porque, con todo, algo habrá que leer.

        Cuídate mucho. Un cordial saludo de H. (para ti)

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